Da lo mismo que se acabe el año o que empiece, porque terminamos y comenzamos igual, es el pan nuestro de cada día, que se repite y te hace atragantar.
Dos semanas que podía disfrutar de la niña, y la han apuntado a un campamento, si, allí se lo pasa bien, pero hay que levantarla temprano cuando no hay prisas y come fuera de casa incluso.
La esperaba después de comer para tener una tarde de chicas, pero como si fuese un día de colegio, no ha venido a casa, es más se la han llevado donde los abuelos. Si eso significase que al no estar la niña vamos a aprovechar y salir nosotros, no estaría del todo mal la cosa. Pero no, ni disfruto de mi hija ni salgo, ni nada de nada.
Dos días llevo sin pisar la calle y el dolor de cabeza me avisa.
Tengo unas ganas enormes de coger el coche y mañana pasar el último día del año lejos de aquí.
Si supiera...iría.